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Manos a la obra contra la violencia

MASCULINIDADES EN LOS INSTITUTOS DE FORMACIÓN TÉCNICA

Sin conocerse, Olimpia, Carlos y Alejandro comparten dos coincidencias. Los tres estudian en institutos de formación técnica y en esa condición participaron en 2022 de alguna de las réplicas de los talleres sobre masculinidades, realizados en el marco del proyecto de Formación Técnica Profesional.

Olimpia (19) es estudiante del segundo semestre de la carrera de Electrónica del Instituto Tecnológico Antonio Bertha, en Colcapirhua (Cochabamba). Paralelamente estudia Ingeniería de Sistemas en la Universidad Mayor de San Simón.

No todos en su casa estuvieron de acuerdo que elija Electrónica como su segunda carrera, por ser un oficio “para hombres”. “Incluso me llamaron marimacho”, dice la jovencita que está segura no solo de lo que eligió, sino que se siente cómoda y feliz.

Carlos Heredia

“La electrónica no es solo es para hombres, si tienes un sueño nadie te puede decir que no. No somos el sexo débil somos igual o más capaces que los hombres. No me quiero quedar atrás, quiero ser la diferencia de las mujeres de la familia”, dice.

A pocos kilómetros del lugar está el Instituto Tecnológico Boliviano Canadiense El Paso, también en Colcapirhua, donde estudia Carlos Heredia (25), en el tercer semestre de la carrera de Mantenimiento Industrial.

En su nivel no existe chicas , lo que Carlos lamenta porque está convencido que “cualquier persona puede operar o mantener máquinas, sin importa su sexo”. “Vivimos en una sociedad machista, donde está mal visto que una mujer trabaje en un taller mecánico, eléctrico u operación de maquinarias, y eso es algo triste”, dice el también estudiante de Ingeniería Eléctrica en la Universidad San Simón.

Alejandro, por su parte, es estudiante del Instituto Tecnológico San Andrés, del municipio de Tarija. Comenta que con su pareja no pudo establecer una relación fluida de diálogo, de lo que él es consciente ahora que, como Olimpia y Carlos, fue parte de un taller sobre masculinidades, que también se desarrolló en otros institutos del país con el proyecto Formación Técnica profesional, de la Cooperación Suiza en Bolivia.

Los talleres se llevaron a cabo con una metodología propuesta por Solidar Suiza, basada en una serie radial llamada Hombres a diario y un documento base para la prevención de la violencia de género desde el enfoque de masculinidades. La metodología consistía en escuchar conjuntamente, docentes y estudiantes, los capítulos de la radio-serie para luego reflexionar en grupo.

La comunicación, junto con la educación, son los pilares que sustentan esta labor de prevención, cuyas “propuestas de prevención —se explica en el texto— deben considerar a la persona como sujeto social, que reproduce un modelo de socialización y, en lo subjetivo tomar en cuenta los niveles: individual, grupal, comunitario y social, que es donde adquiere sentido cualquier comportamiento preventivo y, por supuesto, todo el bienestar al que se aspira, En ese sentido, para desarrollar procesos de prevención de la violencia de género es necesario abordar y analizar situaciones de la cotidianidad”.

Alejandro

La/s masculinidad/es son construcciones culturales, producto de la interacción social y generada a partir de estrategias y recursos disponibles en las propias sociedades.

La serie radiofónica está compuesta de 10 capítulos, que se pueden abordar en 5 momentos, en los cuales los participantes pueden interactuar y reflexionar de manera individual o colectiva.

Cuando se habla del enfoque género se hace referencia a una serie de atributos y funciones que van más allá de lo biológico/ reproductivo, que se construyen social y culturalmente y son adjudicados a los hombres y mujeres para justificar diferencias y relaciones de opresión entre las mismas.

Entonces, si hablar de género también es hablar de hombres, es necesario reflexionar sobre la masculinidad, es decir “sobre todo lo que los hombres piensan, creen y hacen para sentirse hombres”.

En muchas sociedades y culturas existe un tipo de masculinidad hegemónica, que define formas y expresiones de lo que es un “hombre de verdad” o un “auténtico hombre”.

Este modelo tiene como expresión fundamental al machismo, cuyas características son el alarde de la fuerza, la agresividad, la violencia, el liderazgo competitivo, la atracción por el riesgo, la exhibición continua de la heterosexualidad, la afirmación categórica de una infalible virilidad y honor masculino, menosprecio hacia las mujeres y desprecio (temor) ante la homosexualidad masculina.

La construcción y reproducción del modelo de masculinidad hegemónica se fundamenta en la concentración del poder y privilegio.

Todas esas construcciones nos hacen creer que los hombres se desenvuelven en el ámbito público y, en oposición, las mujeres pertenecen al ámbito privado.

Para aclarar estos conceptos y optar por una masculinidad con equidad y corresponsable se organizaron tres comunidades base de aprendizaje sobre masculinidades en Tarija, Cochabamba y Santa Cruz, en coordinación con los coejecutores del proyecto INFOCAL, CEMSE-CEE y Fautapo, con 37 réplicas realizadas, de acuerdo a la siguiente relación:

En Tarija se desarrollaron 19 réplicas en 3 municipios, con el apoyo de los institutos INTE, INFOCAL y CETHA.

Una de las réplicas más exitosas se realizó en el Instituto Tecnológico Boliviano Canadiense El Paso, bajo la dirección de la profesora Olivia Colque.

La segunda réplica en Cochabamba se realizó en el Instituto Tecnológico Padre Antonio Berta, también en Colcapirhua.